Detestaba prestar mi témperas y mis lápices de colores, pero había que compartir. Fastidiaba rotundamente que me usen las remeras porque se “quemaban” y después parecía que quien la había pedido prestada era yo.
Me quejé siempre de aquellos que sutilmente se convierten en mejores amigos una semana antes del exámen, para pedir los apuntes claramente. También me molestan los taxistas que intentan hacer política en un viaje de diez minutos, o critican a la “bruja” y se jactan de lo trabajadores que son, y lo poco que ganan. Ok, no son los únicos.
Pero siempre tuve un problema: no supe decir que no.
Presté las témperas, las remeras, los apuntes y asenté con la cabeza el discurso del conductor.
En esos momentos pienso en inventar alguna excusa, llamese mentira: “Mi mamá no me deja prestar mis útiles” o… “La remera no es mía”…o “Señor soy de archiderecha”. Cambiaría algo realmente? Tal vez nadie se acordaría del episodio y yo no acumularía una lista de Sí interminables y perturbadores.
Existen Sí que funcionan como favores, y existen Sí que funcionan como torturas.
Ejemplo cotidiano de supuesto Sí como Favor: Cómo le digo que no quiero prestarle mis apuntes porque se hizo amigo por interés hace 3 días?
Así: NO, disculpame pero solo se los presto a mis amigos. (tomá puto! – eso no va-)
Ejemplo cotidiano de supuesto Si Torturador: Cómo le digo que no quiero salir porque no me gusta y solo me parece simpático?.
Así: NO, gracias, pero no me gustas, me pareces simpático.
(Nunca olvidar comenzar la frase con el “no”, después del monosílabo el interesado se vuelve sordo, para liberar culpas es recomendable añadir un “gracias”, “disculpas” o en “otra oportunidad”). Simple.
Pero llego a la conclusión que muchos de mis Sí fueron casi obligados, no me estaban dando la opción de un No. Es necesario que alguien nos dé la opción del “no”? Qué más grave que un enojo, un silencio, o una lagrimita. Tan importantes son nuestros “sí” para los demás? O somos tan buenos que siempre queremos complacer a los otros a pesar de nuestra insatisfacción?. Con lo cual, si decimos No nos tildarían de egoístas o narcisistas. Y si respondemos Sí a pesar de nuestra inconformidad seríamos mirados con los mismos ojos nefastos. Para cada sí y para cada no, hay justificaciones, pero siempre que no sea la respuesta que el otro quiere escuchar seremos categorizados de buenos o malos.
Entonces pienso… Quienes son los narcisistas y egoístas? Nosotros por decir “no”?... o ellos por no dejarnos elegir?.
Jodidos? Naaa.