miércoles, 28 de octubre de 2009

Thinking About You

Muy Radiohead. Ese es mi estado de ánimo hoy. Es un estado en el cual no querés estar despierto, no querés estar dormido, no tenés hambre, no tenés sueño, si te dan ganas de ir al baño preferís esperar un rato más para no levantarte. Y aún más cuando la angustia me domina, el baño es el peor lugar para estar más de dos minutos sin que se me caiga una lágrima. Nosé porque el baño me genera más angustia. Me veo en el espejo demacrada y me dan más ganas de llorar, me miro me siento otra. Detesto sentirme insegura, porque no me gusta la gente insegura. Me parecen fáciles de manipular, que no pueden tomar decisiones por sí mismos, que se mimetizan con quién tienen al lado. Mecanismo de defensa? Parezco ser tan segura a los ojos de los demás que termino dudando de mí misma. Los seguros no dudan. Acá estoy: dudando por la duda del otro.
Que cosa más horrible es pensar que ya no te extrañan. O que no te extrañan como antes. Pensás, pensás, pensás, te duele la cabeza y seguís igual. Estás en el trabajo, la gente te habla, te piden cosas, y vos seguís como si alguna fuerza supernatural decidiera por vos. Pero no te importa, porque en ese momento tu cabeza y tu cuerpo son autónomos y vos seguís pensando. Y no tiene sentido pensar en la cabeza ajena. A veces no puedo pensar en la propia. Pero no decido y saco conjeturas, ridículas a veces, certeras otras. Y otras veces no puedo disernir entre las ridículas y las verdaderas. Entonces, no tiene sentido que siga pensando. Si se pudiese dar vuelta un cartelito en la mente que diga "close", sería genial. O, "Vuelvo en 5 minutos".
Y sigue sonando Radiohead, que despúes de todo no me hace tan mal porque no entiendo por completo las letras sin prestarle atención. Así que punto a mi favor, soy una depresiva inteligente.
Una depresiva inteligente y reiterativa. Somos idiotas, buscamos ser felices, y lo decimos como si fuese algo simple: "yo nada más quiero ser feliz, estar bien". Pedís mucho. Pido mucho. Ultimamente son hechos los que me hacen feliz, cuando en realidad uno debería tener el derecho a ser feliz sin hechos concretos, a ser feliz porque sí. Es como una felicidad capitalista de sentimientos. Necesito cariño, me lo dan: soy feliz. Salió a la venta un mimo nuevo y lo quiero, como no me lo dan, ya no quiero ese cariño, está demodé. Estar deseando algo que no tengo todo el tiempo... me agota. Me da sueño. No quiero comprar un te quiero, merezco que me lo regalen.

3 hablaron:

Anónimo dijo...

:(
Ojalá todo mejore pronto.
Saludos.

Jennifer Zadeu dijo...

Admiro la facilidad que tenés para escribir (y lo bien que te sale) ! Y me sentí MUY identificada con esta entrada. Ojala volvamos a la 'normalidad' pronto, ajaja. Un beso (:

La última mariposa dijo...

jjaja si ya estamos volviendo de a poco, aunque nunca sé cual es punto normal... hay?? Uf. eso es para otro posteo jaja